(Poema a partir de foto de Sebastião Salgado)

¿Cuándo acabará esta larga despedida?
Primero dije adiós a parte de mi cuerpo.
Luego dije adiós a mi familia.
Después me alejé de mi calle, de mi escuela, de mi pueblo.
Estoy en una ciudad que no conozco.
Y aún tengo que marchar.
Más lejos. ¿Cuánto más lejos?
Por mucho que miro al horizonte,
Sin embargo
No consigo dejar de ver el sol,
La tierra que pasa, los olores.
El aire que se mueve tocándome la cara
Y que respiro con ansia, vorazmente…
No consigo hundirme entre las sombras.
La luz del sol y el movimiento me acompañan
Y miro al futuro frente a frente
Desde esta larga y presente despedida.
(Una explicación a estos poemas)
24. El viaje es muy duro para los inválidos. Se ven obligados a quedarse dentro de los vagones, donde el calor es insoportable. Cuando las autoridades de emigración detienen el tren para inspeccionarlo, tienen que aplastarse contra los lados para no ser vistos. Con suerte, el oficial de emigración, deslumbrado por la luz, no verá nada dentro del vagón a oscuras. En un tren con rumbo al norte de México. 1998.
Éxodos (Separata). Sebastião Salgado