164 / escuela africana en la sabana

(Poema a partir de foto de Sebastião Salgado)

Foto: Sebastião Salgado. Éxodos. Ed. Amazonas Images, ISBN 84-87607-07-1. Edición española de Fundación Retevisión (2000) P. 164

Las raíces de este árbol son serpientes que surgen de la tierra,

poseídas por la vida.

Y, posesas, crecen tronco, vuelan rama

y extienden su bífida esperanza

hacia un cielo rico en nubes.

En medio, bajo este árbol de la ciencia

un grupo de jóvenes atiende a un profesor,

delgado señor en camiseta a rayas.

En este paraje la tierra se une al cielo

con un amor enjuto y descarnado

y sobre todo terco

(dos millones de años llevan copulando

hombre y tiempo bajo el árbol sagrado

que rebrota siempre de la tierra).

Ahora, como entonces, el hombre, ya no siempre tan delgado,

mata y atiende

                        a profesores listados:

casi nada ha cambiado, las zonas verdes

se han movido, algunos lagos se han secado,

diríase que el tiempo va ganando la batalla

y un cuchillo inexorable se aproxima a la garganta.

Pero el oponente resiste, tercamente.

Aprende, aprende, muere, muere, dice el tiempo

con su sorna indescifrable, y algunos muchachos                                                              

confundidos aún yerguen escuelas en llanuras solitarias,

combatiendo la alquimia feroz que los convertirá en soldados.

Cuánto más luminosa y lenta es la guerra

de la serpentina raíz que lucha por el cielo,

que la del hombre atroz que empuña su desgracia

como un arma,

                        poseído por el caos

y la legalidad de una Constitución Sagrada.

(Papeles que consagran históricos rayados

que nos permiten venerar tan magnas leyes

en our mesma langue

…o bueno, más o menos, según nos vaya).

Ojalá estos muchachos aprendan a fijarse en las raíces,

por fin, y no en las rayas.


(Una explicación a estos poemas)


164/165 Para evitar el reclutamiento en el ejército su­danés o en las filas de las guerrillas, miles de chicos jóvenes huyen del sur de Sudán y se dirigen a los campos de refu­giados en el norte de Kenia. En este campo de Kakuma, en Kenia, organizado por el ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), con la ayuda de varias organizaciones humanitarias, unos 17.000 chicos y jóvenes asisten a la escuela, siguiendo el sistema educativo keniata. Kakuma, norte de Kenia. 1993.

Éxodos (Separata). Sebastião Salgado

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