CRÍTICAS. EXTRACTOS
Entre el sainete y la comedia social (…) sus cuatro intérpretes surfean ágilmente la ola de chistes y de situaciones jocosas que les proporciona su autor, incluida una sorpresa de efecto equivalente a la que depara la fantasmal Julia a Fermín en Eloísa está debajo de un almendro. (…) Enriqueta Carballeira coloca sus golpes cómicos como le place, por sorpresa siempre (…) resulta evidente el oficio humorístico de Salvatierra (…) Las cuatro actrices están en su sitio y tienen cada una brillo personal, pero la Carballeira dota además a su protagonista de un colorido registro humorístico. Da gusto verla (…) Un buen rato de evasión dominical.
EL PAÍS Para anticipar la defunción de inquilinos longevos. JAVIER VALLEJO. 3/04/2019
(…) Oficio, carpintería, talento y sabiduría de las tablas para elaborar “Se vende”, un perfecto artefacto teatral que, sabiamente, bebe de la mejor comedia de timos y estafas (…) Comedia macerada en inteligencia, sobriedad, cargas de profundidad, argumento milimetrado y desenlace milimétrico. (…) Las cuatro intérpretes clavan, implacables, sus personajes. (…) El croupier de este sabroso “Cluedo” consigue que cuadren en armonía todas las piezas de este complicado, entretenido y disfrutable puzzle.
PERIODISTAS EN ESPAÑOL. Entre pillas anda el juego. Luis de Luis. 9/3/2019
Cuatro perfiles muy variopintos -cuya interacción funciona a las mil maravillas-, y una disparatada historia, llena de sorpresas y giros inesperados, en la que nada es lo que parece. (…) Original planteamiento de ‘SE VENDE’, una comedia con la que pasas 80 minutos de lo más divertido (…) Uno de los puntos fuertes de esta obra es el plantel de actrices: las cuatro están estupendas.
El TEATRERO. “Se Vende”: una comedia loca y disparatada en la que nada es lo que parece. Notable: 7,3 Aldo Ruiz, 8/3/2019
Divertida historia sobre temas de rabiosa actualidad (…) enérgica comedia que nos hará pasar un rato divertido, con personajes de lo más singulares. (…) Uno de los puntos fuertes de este montaje es, sin lugar a dudas, las interpretaciones de las cuatro actrices. (…) Una entretenida historia para pasar una buena velada y llevarte preguntas al salir del teatro, sobre cómo actuaríamos cada uno en esta situación.
VISTA TEATRAL. Se Vende. Teatros Luchana. Fernando Muñoz Jaen. 10/3/2019
Cuatro personajes que se compaginan y complementan perfectamente en una comedia que se caracteriza por sus acertados giros argumentales y de personajes (que) son la base sobre los que se sustentan los mejores momentos humoristicos (…)cuatro mujeres que están al servicio de la comedia (…) una comedia satírica ligera pensada para todos los públicos, especialmente para aquell@s que gustan de formatos que mantienen puestas en escena más ‘clásicas’, pero que apuestan por jugar con la intriga, la ironía y el humor.
A GOLPE DE EFECTO. Se Vende, de Julio Salvatierra. Estrella Savirón. Marzo 2019
Reminiscencias de Miguel Mihura, Jardiel Poncela y Alfonso Paso, y sin embargo Se vende tiene su propia respiración artificial, juguetona, con aire disparatado y bastante cinismo canalla ante el vendaval de la corrupción que a todos parece alcanzar (…) Elementos tradicionales al borde del juguete cómico y el sainete, géneros nobles del llamado teatro de entretenimiento, siempre ligados a temas sociales de actualidad (…)
El divertimento está servido en forma de intriga con el brillante compás de un ritmo bien ajustado por todo el reparto (…) Enriqueta Carballeira compone de maravilla a su “vieja estúpida” cascarrabias. Le sobran tablas y encanto para ofrecer un abanico de personalidades, que es la parte más brillante del texto (…) Se vende divierte a un público entregado al irresistible encanto de los gags y los chistes bien colocados. Así sucede
desde el comienzo de su estreno a sala llena en diversos teatros de España.
CULTURAMAS. “SE VENDE”, COMEDIA POLICIACA DE JULIO SALVATIERRA CON ENRIQUETA CARBALLEIRA EN BUENA COMPAÑÍA. Horacio Otheguy Riveira. 19 marzo 2019
Comedia de enredos con pinceladas de vodevil con un argumento basado en la intriga y el equívoco (…) sostenido por dos pilares: las situaciones surrealistas de las protagonistas y la genial actuación de este cuartero de actrices. (…)hay una crítica latente y casi implícita de la cruda realidad de las personas mayores que viven en dependencia y soledad y del comportamiento cínico y aprovechado de algunos individuos. (…) es un seguro contar con la calidad, profesionalidad y trayectoria de un reparto como este pero sin una buena dirección todo puede venirse abajo. (…) En Se vende disfrutarás de una alocada, ligera, sonora, viva y divertida comedia protagonizada por cuatro mujeres y excelentes actrices.
CANAL HABLAMOS.ES. SE VENDE: CUATRO MUJERES Y UNA ALOCADA OFERTA DIFÍCIL DE RECHAZAR
Alberto Sanz Blanco (@AlbertoSBlanco) 2/4/2019
CRÍTICAS COMPLETAS
EL PAÍS. Para anticipar la defunción de inquilinos longevos. JAVIER VALLEJO. 3/04/2019 Julio Salvatierra firma un sainete social en el que brilla el registro humorístico de Enriqueta Carballeira.
“Se vende piso con su anciana propietaria dentro”, reza el anuncio. “Ideal para
inversión”. A Camila, en silla de ruedas, con la memoria algo perjudicada, su pensión no
le alcanza para pagar el salario de Consuelo, la cuidadora de acento flotante, entre
argentino y colombiano, que acaba de ponerle su sobrino ausente: “Y ahora vienes tú,
hablando tupamaro”, le espeta la vieja.
Al olor del negocio, acompañada por una agente inmobiliaria, llega a casa de Camila una
inversora, muy interesada en su salud… Entre el sainete y la comedia social, durante la
primera mitad de Se vende sus cuatro intérpretes surfean ágilmente la ola de chistes y
de situaciones jocosas que les proporciona Julio Salvatierra, su autor, incluida una
sorpresa de efecto equivalente a la que depara la fantasmal Julia a Fermín en Eloísa está
debajo de un almendro.
Enriqueta Carballeira coloca sus golpes cómicos como le place, por sorpresa siempre, en
ráfaga a veces, incluida alguna morcilla jugosa (no sabe uno si acuñada en el acto, en el
curso de funciones anteriores o en el de los ensayos). Su Camila parece una cosa, pero
acaba resultando muy otra, como la Sor María de Melocotón en almíbar, aunque su
carácter no esté delineado con la deliciosa ambigüedad con la que Mihura trazó el de su
monjita.
En esta primera parte, que se extiende más allá de la mitad de la pieza, resulta evidente
el oficio humorístico de Salvatierra: alguna de las réplicas de sus personajes se enhebran
con el mismo ingenioso hilo popular de las de La tremenda corte, el en toda América
aún hoy celebérrimo radioteatro paródico escrito durante dos décadas por el en España
ignorado autor coruñés Castor Vispo (1907-1973), que hizo en Cuba una carrera prolífica
vinculada al teatro y al cine, pero sobre todo a la radio.
Interpretadas por Esperanza Elipe y por Blanca Oteyza, la irrupción en escena de
Casimira y Carol es una soberana entrada de payasos: hay en ellas un dúo cómico en
potencia, que debieran explorar. Desconcierta de entrada la ambigüedad del acento de
Consuelo (justificada luego por el texto), personaje que Helena Lanza compone con
calurosa presencia y vigor.
Las cuatro actrices están en su sitio y tienen cada una brillo personal, pero la Carballeira
dota además a su protagonista de un colorido registro humorístico. Da gusto verla, por
su oficio y por lo caro que resulta encontrar actores veteranos en escena, dado lo poco
que tiran de ellos productores y directores, incluso los de los teatros públicos: hoy, dos
de cada tres papeles ancianos los interpretan comediantes que distan 30 o 40 años del
personaje representado, al que escaso favor hacen, por lo general.
Poco a poco, el sainete va tomando tonalidad de comedia negra, hasta decantarse del
lado oscuro. Entonces, lo que marchaba tan alegre como disparatadamente a puro golpe
de humor reclama racionalidad argumental, y los diálogos se llenan de aclaraciones y de
justificaciones de verosimilitud dudosa. ¡Ah, cómo pesan la razón y el afán de lógica!
¡Cuánto más plausibles son en este tipo de comedias lo surreal y la emoción risueña!
La escenografía es mínima, que no minimalista (la multiprogramación reinante en los
Luchana no las permite mayores), y el retrato que la preside, por textura, composición
y enmarcado semeja personaje de ficción más que un ser querido.
El público, familiar y bullicioso, pareció en su mayoría haber pasado un buen rato de
evasión dominical.
Periodistas en español. Julio Salvatierra escribe y dirige “Se vende”. Entre pillas anda el juego. Luis de Luis. 9/3/2019
Julio Salvatierra ha desenfundado todo el oficio, la carpintería, el talento y la sabiduría de las tablas que tiene dentro para elaborar “Se vende”, un perfecto artefacto teatral que, sabiamente, bebe de la mejor comedia de timos y estafas: la comedia macerada en
inteligencia, sobriedad, cargas de profundidad, argumento milimetrado y desenlace milimétrico.
Con el trasfondo de la España de la inacabada (y tal vez, en cierto modo inacabable) crisis, Salvatierra convoca a cuatro Bonnies (que no necesitan, ni falta que les hace, ni la sombra de un Clyde) para que preparen, perpetren y consagren (cada una por su cuenta) el timo que acabe con todos los timos.
Las cuatro intérpretes, como granujas a todo ritmo que son, se convierten en pillas entre las que anda el juego y clavan, implacables, sus personajes. Como no podía ser de otra
forma, Enriqueta Carballeira da una clase magistral de interpretación haciendo que reluzca su papel de abuela con (mucha y variada) retranca; Blanca Oteyza da toda la agresividad a su ejecutiva, Esperanza Elipe pasea por las nubes a su encantadora y atolondrada agente inmobiliaria, y Helena Lanza se dobla y desdobla entre acentos y naciones.
Como si fueran un cuarteto de la muerte que toma chupitos de arsénico por compasión las cuatro jugadores muestran el borde de sus cartas, juegan de farol hasta cuando dicen la verdad, hurgan por las esquinas, tiran la caña, ceban los anzuelos, cargan la suerte y arman el engaño, bajo la mano firme de Julio Salvatierra que, como el croupier de este sabroso “Cluedo” consigue que cuadren en armonía, con la fiabilidad de una Agatha Christie, todas las piezas de este complicado, entretenido y disfrutable puzzle.
El TEATRERO “Se Vende”: una comedia loca y disparatada escrita y dirigida por Julio Salvatierra en la que nada es lo que parece. Notable: 7,3 Aldo Ruiz, 8/3/2019
El domingo pasado se estrenaba en los Teatros Luchana ‘SE VENDE’, una comedia muy divertida y llena de sorpresas que gira en torno al negocio inmobiliario y a la codicia humana. Enriqueta Carballeira, Blanca Oteyza, Esperanza Elipe y Helena Lanza -estupendas las cuatro- son las protagonistas de esta comedia escrita y dirigida -con gran acierto- por Julio Salvatierra. ‘SE VENDE’ se representa los domingos, a las 18:30, en la sala grande de los Luchana.
Camila (Enriqueta Carballeira) es una anciana de 75 años, enferma y en silla de ruedas. En sus circunstancias necesita una mujer que la cuide. Por ello, contrata a Celia (Helena Lanza), una joven latinoamericana muy amable y simpática que se deshace en cuidados con Camila. El sobrino de esta, para asumir los gastos de su cuidadora, tiene una idea un tanto descabellada; vender el piso donde vive la anciana pero con ella dentro -hasta que fallezca-. Casilda (Esperanza Elipe) es la agente inmobiliaria que se encarga de mostrar el piso. Ella es una mujer de cincuenta y tantos, muy graciosa, despistada y que se agarra a su trabajo como un clavo ardiendo. Completa la terna Carol (Blanca Oteyza), una pija rica que se dedica a la compra de pisos como inversión y que está sospechosamente interesada en la casa de Camila.
Este es el original planteamiento de ‘SE VENDE’, una comedia escrita y dirigida por Julio
Salvatierra con la que pasas 80 minutos de lo más divertido. Salvatierra ha creado cuatro perfiles muy variopintos -cuya interacción funciona a las mil maravillas-, y una disparatada historia, llena de sorpresas y giros inesperados, en la que nada es lo que parece. El montaje transcurre a buen ritmo, con continuas salidas y entradas de las protagonistas en ese pequeño piso habitado por Camila -que compone el espacio escénico-. Es, quizás este, el aspecto que más habría que pulir a medida que pasen las funciones, para que las transiciones y los cambios de escenas transcurran con mayor fluidez.
Además del texto de Salvatierra, uno de los puntos fuertes de esta obra que gira en torno al negocio inmobiliario y a la codicia humana es el plantel de actrices. Las cuatro están estupendas en sus respectivos roles, interpretando unos personajes que tienen varios registros. Maravillosa Enriqueta Carballeira en la piel de esa ancianita adorable, que de inocente tiene poco. Esperanza Elipe hace alarde de su vis cómica encarnando a Casilda, una agente inmobiliaria alocada y muy ingenua… o al menos eso es lo que hace ver a los demás. Helena Lanza se mete en la piel de una inmigrante latinoamericana con acento mitad colombiano y mitad chileno. Aunque fantástica como siempre, el director quizás le podía haber sacado más partido a esta mujer dotada de una comicidad extraordinaria. Completa el reparto Blanca Oteyza, que borda el papel de la pija rica, un tanto altiva, que quiere comprar el piso a toda costa. Una mujer, como las otras
cuatro, que esconde grandes secretos.
VISTA TEATRAL. Se Vende. Teatros Luchana. Fernando Muñoz Jaen. 10/3/2019
Un piso en venta, una pieza muy jugosa en estos tiempos de especulación, de precios disparados, en el que tener un piso en propiedad parece un lujo al alcance de muy pocos. Pero esta vivienda tan particular viene «con abuela incluida» como se deja bien claro en el cartel que nos presenta la obra. Esta particularidad hace que la venta sea algo más difícil, pero aún así son muchas las personas que lo quieren a cualquier precio. Será por el piso o habrá algo más en él que lo haga tan apetecible?
Al acceder al teatro nos encontramos con un curioso piso, que nos tiene reservadas muchas sorpresas. Una historia plagada de giros inesperados que nos irán llevando por una historia en la que nadie es lo que parece, y todo lo que se nos plantea de inicio se retuerce de tal manera que no sabemos donde acabaremos. Divertida historia sobre temas de rabiosa actualidad, tocados de refilón para despistarnos y llevarnos por donde la historia lo requiere.
Pangea Producciones nace dentro de Meridional Producciones como una línea de producción de teatro independiente. Con la idea de «replantear la propuesta artística admitiendo que no basta con tocar temas interesantes, hay que hacerlos accesibles a un público más amplio. Cuidar más la publicidad y la exhibición. Todo ello con el objetivo de encontrar una nueva mezcla propia de forma y contenido que nos permita llegar a más gente sin perder la cualidad de agitador de ideas que es también una de las esencias de nuestro teatro». Con esta interesante filosofía debutan con esta enérgica comedia escrita y dirigida por Julio Salvatierra, que nos hará pasar un rato divertido, con historias de gran actualidad y personajes de lo más singulares.
En palabras del propio autor «la idea surge por un lado del caso real de un piso que se vendía con su anciana propietaria dentro, con el cual tuve un contacto de primera mano. Y, por otro, de las noticias sobre la subasta judicial del patrimonio de un exgerente municipal de urbanismo (ahora en la cárcel) valorada en 210 millones de euros por él mismo, por lo que muchos suponen que debe haber más escondido en paraísos fiscales. De la paradójica realidad de ambas noticias, surge la idea de una comedia en la que todos fingen, por diversas razones, que finalmente, y tras muchas sorpresas, acaban resumiéndose sólo en una: el dinero».
Salvatierra desmenuza un poco más la obra, yendo un paso más allá y comenta que «en el fondo pretende denunciar la codicia humana individual, que está en la base de muchos comportamientos sociales e institucionales reprobables, como la especulación inmobiliaria y la corrupción. Pretende también denunciar los prejuicios fáciles que nos hacen creer, a veces de forma precipitada, cosas que no son, juzgando apresuradamente al contrario sin percatarnos de nuestras propias incongruencias».
Estamos ante una comedia de enredos, que busca sorprender al espectador con giros inesperados y engancharlo con unos personajes muy interesantes, por sus rarezas, sus manías, y por todo lo que intuimos que oculta cada una de ellas. Cuatro mujeres que actúan de forma extraña, que nos sorprenden en cada escena por lo inesperado de sus acciones, aunque sean totalmente consecuentes en todo momento con lo que buscan, como iremos descubriendo poco a poco. Una comedia de situaciones más o menos cotidianas, con personajes que nos resultan familiares, un historia para reírnos del mundo que nos rodea, de las injusticias que nos persiguen, para burlarnos de nosotros mismos. Pero esta comedia va más allá, con la intención de hacernos pensar sobre lo buenos que somos, sobre nuestra codicia y nuestra ambición. Un montaje que habla de cosas muy serias desde un punto de vista muy cómico, porque todo entra mejor si lo vemos desde la comedia.
Estas cuatro mujeres, tan distintas a priori, nos demostrarán que ciertas cosas son universales, que la ambición no entiende de edades ni de posición social. Carol (Blanca Oteyza) es una ejecutiva a la que le interesa invertir su dinero en pisos, para alquilarlos posteriormente. En su camino se cruza Casilda (Esperanza Elipe), que trabaja en una inmobiliaria y tiene el piso perfecto, si no fuera por el pequeño detalle de que el inmueble se vende con la abuela dentro. Esta abuela es Camila (Enriqueta Carballeira), una adorable viejecita enferma y en silla de ruedas, que necesita vender el piso para poder pagar a Celia (Helena Lanza) la cuidadora inmigrante que vive con ella. Pero esta oportunidad de venta del piso les traerá a todas ellas muchas situaciones con las que no contaban y que hará que la operación se enrede hasta límites insospechados.
Pero en esta comedia de enredo nada es lo que parece. Ni la despiadada ricachona, a la que da vida Oteyza, lo es tanto, ni la dulce anciana es tan encantadora y modosita. Ni siquiera Celia, la sufrida cuidadora, es tan entregada a la causa como parece en un primer momento. Tal vez la divertidísima Casilda, desde su ingenuidad, sea la única que hace las cosas de forma sincera y sin dobles intenciones. Pero en este juego de dobles, incluso triples intenciones, todas querrán sacar beneficio de las situaciones que se van descubriendo. Lo que nos deja claro esta historia es que la codicia humana no tiene límites.
Uno de los puntos fuertes de este montaje es, sin lugar a dudas, las interpretaciones de las cuatro actrices, que nos muestran unos personajes muy diferentes pero muy bien construidos. Blanca Oteyza da vida a una Carol a la que vemos mutar a lo largo de la obra, según vamos conociendo sus verdaderas intenciones, de mujer regia y tranquila pasa a desbocarse cuando se tuercen sus planes. Su contrapunto es Enriqueta Carballeira, que pasa de ser una dulce y enferma anciana, a volver locas a todas sus compañeras con todo lo que hace.
Helena Lanza y Esperanza Elipe ponen el lado más alocado a la obra. El papel de Lanza como la tierna y encantadora cuidadora se va volviendo más loco y divertido según avanza la historia, con momentos geniales con la anciana. He dejado para el final a Esperanza Elipe porque me parece el mayor acierto de la obra. Su papel de inocente y desesperada vendedora es genial, haciendo reír al público con cada una de sus intervenciones. Como ocurre con el resto del elenco, su personaje se va poniendo cada vez más nervioso según avanza la obra, lo que lleva a altos niveles de comedia, en los que Elipe se mueve como pez en el agua.
En un montaje de esta índole está todo medido para que la acción se centre en las actrices, dejando que la escenografía pase desapercibida, hasta el momento en el que se convierte en protagonista. El Espacio escénico creado por Pangea Producciones nos traslada a cualquier salón de un piso de ciudad, en el que se desarrolla toda la acción de la obra. Las luces diseñadas por Luis Perdiguero nos permiten transitar entre el interior y el exterior de la vivienda, dando a un lateral de la escena una textura diferente. El vestuario, que nos da más de una sorpresa (sobre todo al final) ha sido creado por Lupe Valero, mientras que la música original es una creación de Mariano Marín.
Una comedia desternillante, irónica y llena de sorpresas sobre el sector inmobiliario y, por añadidura, de la codicia humana. La obra nos hace reflexionar sobre lo que haríamos nosotros ante todo lo que ocurre en escena, siempre con situaciones divertidas, para tratar de manera más ligera temas realmente importante.
Una entretenida historia para pasar una buena velada y llevarte preguntas al salir del teatro, sobre cómo actuaríamos cada uno en esta situación.
A GOLPE DE EFECTO. Se Vende, de Julio Salvatierra. Estrella Savirón. Marzo 2019
SE VENDE, obra teatral con dirección y dramaturgia de Julio Salvatierra nos presenta, en los Teatros Luchana, una comedia ligera sobre los usos y maneras de ejercer la corrupción por parte de personas ‘corrientes’. Una obra protagonizada por cuatro peculiares mujeres que esconden sus verdaderas intenciones. Todas mienten, ocultan, engañan y manipulan, haciendo todo lo posible para conseguir un objetivo concreto (cada una el suyo). Nada es lo que parece y nada parece lo que es, pero está claro que ninguna de ellas persigue un objetivo ‘humanitario’, y es que, ‘poderoso caballero es Don Dinero’ y mejor si se puede conseguir de la forma más fácil y rápida posible.
En esta ocasión, Julio Salvatierra vuelve a tratar el tema de la corrupción, pero en este caso, la ejercida por ciudadan@s más o menos ‘normales’ (al menos de apariencia…), abandonando los entornos más mediáticos como los políticos, empresariales, bancarios, etc. tratados ya por el autor en obras como IBERIAN GANGSTERS, bajo la dirección de Álvaro Lavín.
SE VENDE está protagonizada por cuatro mujeres de fuerte y peculiar personalidad, la interacción entre ellas sirve como pretexto para poner el foco diversos temas que van desde la especulación inmobiliaria a la vejez, pasando por la inmigración, las sorpresas de prejuzgar y lo fácil que es caer en la corrupción cuando la necesidad aprieta (y cuando no aprieta…). Y es que, en esta propuesta el dicho popular de ‘Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón’ se mezcla con el de ‘El que no llora, no mama’ y ‘Toma el dinero y corre’, para recrear una cómica historia que se desarrolla integramente en un piso en venta que incluye una ‘indefensa’ abuela en la compra. Así, esta abuela junto a la mujer interesada en comprar el piso, la vendedora de la agencia inmobiliaria y la cuidadora de la anciana forman un cuarteto donde todas y cada una de ellas poseen intereses ocultos y no siempre muy ‘legales’. Existen algunos personajes más, los masculinos, que aparecen por referencias, pero a los que no vemos en ningún momento durante la acción, aunque su existencia marca la pauta de ciertas acciones que aparecen en la propuesta.
La propuesta comienza algo lenta y apagada, pero poco a poco va adquiriendo vigor hasta llegar a la segunda mitad donde tiene lugar el desentrañamiento de la acción, y cuya consecuencia es el esperado aumento del ritmo, carga cómica y energía en general.
La obra está protagonizada por Enriqueta Carballeira, Blanca Oteyza, Esperanza Elipe y Helena Lanza, actrices muy conocidas y de una clara vis cómica (cada una en su estilo), que dan vida a cuatro personajes bien dibujados, de tipologías muy diferentes y cambiantes. Cuatro personajes que se compaginan y complementan perfectamente en una comedia que se caracteriza por sus acertados giros argumentales, así como los giros en la construcción de los propios personajes. Enriqueta Carballeira da vida a una ‘frágil’ abuela; Blanca Oteyza a una compradora exigente y algo áspera, Esperanza Elipe es la comercial de la agente inmobiliaria, una mujer alocada y pizpireta, a la par que algo desequilibrada. Esperanza Elipe se luce en muchos momentos, destacando su historia sobre ‘la asesina en serie’, y para terminar Helena Lanza que da vida a la cuidadora melosa y algo empalagosa de nuestra abuela. Pero, como ya he comentado, en esta propuesta nada es lo que parece y los giros en las acciones y en los personajes son la base sobre los que se sustentan los mejores momentos humoristicos de esta comedia satírica.
La escenografía creada por Pangea Producciones recrea el salón del piso de la abuela, un espacio correcto, pero que (en el estreno de la propuesta) se dispone de forma que deja poco espacio de maniobra al elenco, que tiene ciertas dificultades para moverse por el espacio escénico y realizar las numerosas entradas y salidas requeridas en la trama. Es necesario un ajuste al espacio que entiendo se subsanará con una adecuación de la escenografía, las transiciones, el ritmo, los movimientos, etc., de la obra mediante el rodaje de la misma (he de señalar, que no es la primera vez que veo esta propuesta, ya que asistí a su presentación en la feria de teatro MADferia 2019, donde el espacio escénico era mucho mayor y no existían estos problemas, lo que otorgaba a la propuesta mucho más dinamismo y por tanto mayor grado cómico, por lo que es lógico suponer que realizados ciertos ajustes respecto a espacio, tiempos, ritmo, etc., se consiga el mismo resultado). La escenografía se completa con la iluminación de Luis Perdiguero, el vestuario de Lupe Valero y la música original de Mariano Marín.
Con SE VENDE, Julio Salvatierra (dramaturgo y director) junto a Iván Villanueva como ayudante de dirección, nos presentan una comedia satírica ligera pensada para todos los públicos, especialmente para aquell@s que gustan de formatos que mantienen puestas en escena más ‘clásicas’, pero que apuestan por jugar con la intriga, la ironía y el humor. La obra destaca por la forma en que se construyen y desarrollan los giros argumentales así como, por la forma de dejar al descubierto la verdadera naturaleza de cada uno de los personajes. Y para que estos giros, tanto argumentales como de la propia definición de los personajes, tengan el efecto deseado no hay nada como un elenco formado por cuatro mujeres que están al servicio de la comedia y de una trama donde ciertamente la ‘avaricia rompe el saco’.
FICHA:
Dirección y dramaturgia: Julio Salvatierra
Reparto: Enriqueta Carballeira, Blanca Oteyza, Esperanza Elipe y Helena Lanza
Música original: Mariano Marín
Iluminación: Luis Perdiguero
Vestuario: Lupe Valero
Ayt dirección: Iván Villanueva
Espacio escénico: Pangea Producciones
Realización técnica: Sonia Sanz
Fotografía y diseño gráfico: Marialacartelera
Producción: Pangea Producciones
ESTRELLA SAVIRÓN (alias Agolpedeefecto).
Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión veraz de la cultura. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño.
CULTURAMAS
“SE VENDE”, COMEDIA POLICIACA DE JULIO SALVATIERRA CON ENRIQUETA
CARBALLEIRA EN BUENA COMPAÑÍA
Horacio Otheguy Riveira. 19 marzo 2019
Julio Salvatierra es un autor conocido por sus obras innovadoras dentro del teatrodocumento
o teatro-periodístico, así como de notables experimentos en otras áreas
escénicas, así que lo primero que sorprende es su firma en esta comedia muy ligera que
también dirige. La protagoniza una gran actriz que hacía más de diez años que no se le
veía en un escenario madrileño. A ninguno de los dos, autor y protagonista les recuerdo
jugando este género cómico-policiaco con reminiscencias de Miguel Mihura, Jardiel
Poncela y Alfonso Paso, los tres grandes del humor de posguerra. De todos ellos hay
algo, y sin embargo Se vende tiene su propia respiración artificial, juguetona, con aire
disparatado y bastante cinismo canalla ante el vendaval de la corrupción que a todos
parece alcanzar.
Fiel a la tradición de “comedias cómicas” apenas innova con la inclusión del Estado de
Corrupción Nacional al que se adscribe la gente corriente en una suerte de inmoralidad
al parecer irrefrenable. Todo representado con elementos tradicionales al borde del
juguete cómico y el sainete, géneros nobles del llamado teatro de entretenimiento,
presentes en la escena nacional desde tiempo inmemorial, siempre ligados a temas
sociales de actualidad. Todo lo que pasaba en la calle y entre los políticos se filtraba con
el tono burlón del humor popular surgido de los sitios de trabajo y los bares donde caña
va, caña viene, cuanto se decía llevaba sus cargas de crítica y sorna bien peinadas.
En esta ocasión, los seguidores de Julio Salvatierra difícilmente se encuentren cómodos.
Sus creaciones habituales están muy alejadas de este contexto burlón. Para todos los
demás, el divertimento está servido en forma de intriga con el brillante compás de un
ritmo bien ajustado por todo el reparto. Enriqueta Carballeira (foto) compone de
maravilla a su “vieja estúpida” cascarrabias. Le sobran tablas y encanto para ofrecer un
abanico de personalidades, que es la parte más brillante del texto, pues sorprende con
ramalazos inesperados mientras los otros personajes femeninos tampoco son lo que
parecen.
Así, Esperanza Elipe se desdobla entre una pobre despistada y una bobalicona con
ínfulas, Blanca Oteyza en una arrogante falsa millonaria, y Helena Lanza en una
empalagosa asistenta latina, ambas con mucha historia oculta de la que acaban
brotando buenas chispas. Y como la baza está en las variadas capas de todas ellas… Se
vende divierte a un público entregado al irresistible encanto de los gags y los chistes
bien colocados. Así sucede desde el comienzo de su estreno a sala llena en diversos
teatros de España; de momento recala con éxito en Los Luchana de Madrid sólo los
domingos a las 18,30.
CANAL HABLAMOS.ES
SE VENDE: CUATRO MUJERES Y UNA ALOCADA OFERTA DIFÍCIL DE RECHAZAR
Alberto Sanz Blanco (@AlbertoSBlanco) 2/4/2019
Con los alquileres por las nubes comprar parece ahora la mejor opción y más si alguien
encuentra una buena oferta. Ahora bien, los actores de esta transacción deben
conocerse mínimamente para que todo vaya sobre ruedas y luego no haya sorpresas,
porque en España tenemos muy buenos profesionales de la interpretación y usura. Si
aún tienen alguna duda pueden visitar los Teatros Luchana y comprobarlo ustedes
mismos.
Julio Salvatierra, autor y director de la representación, nos invita a conocer a cuatro
peculiares mujeres con premisas claras. Carol (Blanca Oteyza) desea invertir en pisos
baratos y rentables. Casilda (Esperanza Elipe), promotora inmobiliaria, necesita vender
para no ser despedida y tiene un piso perfecto para ofrecer, salvo porque se vende con
abuela dentro: Camila (Enriqueta Caballero), una anciana de 75 años, enferma y en silla
de ruedas. En el pack también viene incluida Celia (Helena Lanza) la nueva cuidadora
colombiana-chilena. El precio puede ser una ganga pero a veces lo barato termina
saliendo caro.
Con leer esta breve sinopsis podemos hacernos una pequeña idea del carácter alocado
de la representación. De hecho, el género predominante es el de comedia de enredos
con pinceladas de vodevil por el continúo ajetreo sobre el escenario y por contar con un
argumento basado en la intriga y el equívoco. Estos son algunos de los adjetivos
aplicables al texto de Julio Salvatierra. Este condecorado dramaturgo, al frente de la
exitosa productora Pangea Producciones junto a Álvaro Lavín, confecciona un libreto
ágil, ligero, sonoro (por las iniciales elegidas para sus personajes) vivo y divertido. Desde
mi óptica, el carácter cómico de la representación viene sostenido por dos pilares: las
situaciones surrealistas de las protagonistas y la genial actuación de este cuartero de
actrices. Puede resultar suficiente, pero hubiera sido aún más hilarante si se hubiera
potenciado el componente cómico del libreto con mayor abundancia de frases
ingeniosas para acompañar el humor surrealista predominante.
La comedia, además de hacernos reír y pasar un rato ameno, debe ser también un
vehículo para la reflexión y a veces llevando las cosas al absurdo podemos entender
mejor un problema. En Se Vende hay una crítica latente y casi implícita de la cruda
realidad de las personas mayores que viven en dependencia y soledad y del
comportamiento cínico y aprovechado de algunos individuos. Ahora bien, no vale mirar
para otro lado, porque como apunta el propio Salvatierra “Nuestros personajes actúan
de forma inesperada, pero consecuente”. En definitiva, esta comedia es un reflejo de
cómo se comporta la sociedad y qué lugar ocupa la ética para cada uno de nosotros.
La dirección artística también corre a cargo de Salvatierra, al frente de otras obras como
Iberian Gangsters (2017); Los esclavos de mis esclavos (2016); o Transición (2013), y el
resultado es satisfactorio. Siempre es un seguro contar con la calidad, profesionalidad y
trayectoria de un reparto como este pero sin una buena dirección todo puede venirse
abajo. La principal dificultad en este tipo de obras reside en no abusar de los
componentes de lo absurdo porque se corre el peligro de cansar al espectador y caer en
la repetición. En algunas escenas, sí aprecié esta monotonía pero fue resuelta con
catarsis y giros argumentales. Perfectamente podrían haberse utilizado otros recursos
como el flashback o la ruptura de la cuarta pared para aumentar el dinamismo de la
función. Por otra parte, destaco el perfecto aprovechamiento del espacio escénico con
escenas paralelas a ambos lados del escenario, con el correspondiente cambio lumínico,
a cargo de Luis Perdiguero.
Las artífices de materializar el libreto son cuatro actrices de reconocido prestigio,
ataviadas con coloridos y florales vestidos, supervisados por Lupe Valero. Todas ellas
saben mantener a sus respectivos personajes y controlarlos pues, de nuevo, una
sobreactuación en roles marcados por tintes absurdos termina por convertirse en
defecto. La trama gira entorno a Camila, la anciana sobre ruedas decrépita y senil, a
decir de los demás personajes. Enriqueta Caballero lo interpreta con brillantez, realismo
y agilidad. Siempre es un placer ver a una ilustre veterana referente cultural de los años
del tardofranquismo y del teatro y cine de la transición con innumerables papeles. No
tengo claro si disfruté más de los intentos de desvaríos mentales de su personaje o
cuando consigue dejar a todos, público incluido, con la boca abierta, aunque
probablemente me decante por esto último.
El papel de la compradora recae en Carol, una elegante, detectivesca y misteriosa mujer
a quien da vida Blanca Oteyza. Esta directora, al frente de la exitosa comedia Tiza, y
actriz, con numerosas apariciones en teatro y series televisivas, aporta con su personaje
un toque suntuoso muy interesante. De su actuación destaco su cuidada y potente
presencia escénica y realismo a la hora de recitar frases insidiosas, punzantes y
corrosivas.
Por su parte, Esperanza Elipe da vida a Casilda, una inocente y cándida vendedora de
pisos al borde del despido y madre de un hijo. Resulta paradójico que el personaje más
ingenuo protagonice los momentos más hilarantes y alocados de la representación,
gracias a la brillante actuación de esta conocidísima actriz de televisión (Cámara Café) y
cine (Abracadabra). La gestualidad facial y corporal de Elipe a la hora de acompañar los
arrebatos de su personaje es sensacional. Completa este cuartero, Helena Lanza como
Celia, la asistenta y cuidadora de Camila. Probablemente no sea el papel de su vida
artística, después de poner el listón alto en La Cantante Calva (2018), pero resuelve con
acierto, ingenio y gracia un personaje terremoto con acento sureño y proporciona
dinamismo a la obra en su conjunto. En definitiva, cuatro mujeres de armas tomar con
un piso entre las manos.
En Se vende disfrutarás de una alocada, ligera, sonora viva y divertida comedia
protagonizada por cuatro mujeres y excelentes actrices
Alberto Sanz Blanco